Crisis
migratoria en El Mediterráneo
El tránsito de
inmigrantes por el mar Mediterráneo es un capítulo doloroso en la crisis
migratoria mundial. Miles buscan llegar a Europa vía marítima y lo hacen por la
que ha sido denominada la ruta más mortífera. Estas personas viajan en barcos
inseguros, sin mayor protección y guiados por contrabandistas. Conocedores del
éxodo, varias ONG se han dado a la tarea de rescatarlos, pero algunos gobiernos
les dan la espalda al cerrar sus puertos, prohibir su labor y judicializar a
sus activistas.
El viaje que emprenden
miles de personas desde África rumbo a Europa es incierto. Un recorrido
peligroso sobre el mar Mediterráneo y a bordo de barcos que a simple vista se
sabe, su llegada a destino será una labor casi imposible.
En aguas internacionales
y lejos de las costas, los migrantes encuentran una luz de esperanza. Son
cientos los que son rescatados en alta mar gracias al trabajo de organizaciones
no gubernamentales. En barcos humanitarios, que muchas veces superan su
capacidad, son llevados hasta Europa pero antes de llegar a tierra firme se
encuentran con varios obstáculos.
En Italia no les permiten
desembarcar. Sus puertos están cerrados para cualquier barco que pretenda
atracar con migrantes a bordo. "Si no estuviéramos en el mar, estos
migrantes morirían. Un bote tan pequeño no es detectado por los radares… Si no
hubiera nadie en el mar, no se podrían contar estas historias", relata
Alessandra Sciurba, portavoz de la ONG Mediterranea Saving Humans.
En lo corrido
del 2019, 681 personas han muerto tratando de cruzar el Mediterráneo
Sin embargo y pese a su
labor, son muchos los que mueren ahogados. Un naufragio el 3 de julio frente a
las costas de Túnez volvió a encender las alarmas sobre la realidad de los
migrantes en el Mediterráneo. Al menos 80 personas salieron desde Libia, pero
el barco no soportó el recorrido. A Túnez llegaron algunos de los cuerpos de
quienes naufragaron. "Hemos lidiado con este tipo de situaciones por
varios años. Desde hace mucho tiempo hemos visto regresar los cadáveres, pero
esta vez es en masa", narra Mongi Slim, presidente del Comité Regional de
la Cruz Roja.
Ousmane y Mamadou son
hermanos y sobrevivientes. "Las cubiertas fueron arrancadas junto con las
boyas. Algunas personas se aferraron a las tablas de madera. Muchas personas
murieron, niños, mujeres, hombres", asegura Mamadou. France 24 visitó el
refugio donde permanecen.
La Organización
Internacional para las Migraciones informa que, durante los primeros seis meses
de 2019, 681 personas han muerto tratando de cruzar el Mediterráneo.
+ Y el dato de migración
de la semana: 62.000 nicaragüenses huyeron de su país desde abril de 2018.
55.500 solicitaron asilo a Costa Rica.
Un estimado de 362.000
refugiados y migrantes arriesgaron sus vidas cruzando el Mar Mediterráneo en
2016, 181.400 personas llegaron a Italia y 173.450 a Grecia. En la primera
mitad de 2017, más de 105.000 refugiados y migrantes ingresaron a Europa.
Este movimiento hacia
Europa continúa cobrando un alto número de vidas humanas. Se cree que desde el
inicio de 2017, más de 2.700 personas han muerto o desaparecido cruzando el Mar
Mediterráneo. Estos riesgos no terminan al llegar a Europa. Durante el
movimiento secundario irregular se han reportado muchos abusos, incluyendo
devoluciones en la frontera.
Las operaciones de
rescate en el mar deben continuar siendo una prioridad, debido a la cantidad de
vidas que se ponen en peligro.
A pesar de que se ha
logrado un aumento en las vías seguras para ingresar a Europa, estas
oportunidades aún son muy reducidas para ofrecer una alternativa viable a los
peligrosos viajes que realizan las personas en necesidad de protección. Se
necesitan más esfuerzos para aumentar el acceso a las vías legales existentes,
incluyendo la reunificación familiar. ACNUR también llamó a los países europeos,
así como a otros países, para que ofrezcan 40.000 espacios de reasentamiento,
los cuales complementarán los compromisos ya existentes, para que se pongan a
disposición de los refugiados ubicados en 15 países prioritarios a lo largo de
la Ruta Mediterránea Central.
Quienes llegan a Europa
necesitan condiciones de recepción y asistencia adecuadas, particularmente
quienes tienen necesidades especiales, como niños separados o no acompañados y
sobrevivientes de violencia sexual y de género, igualmente, requieren acceso a
procedimientos de asilo justos y eficientes. Se necesita mayor solidaridad
dentro de la Unión Europea para asegurar la protección, incluyendo la
reunificación familiar y la reubicación eficientes y rápidas.
En general existe una
necesidad de un plan de acción más integral que apoye las soluciones a largo
plazo para el complejo tema de los flujos migratorios mixtos, así como que
ayude a abordar las causas fundamentales, en estrecha cooperación con los
países de origen y tránsito, en línea con el derecho internacional.
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